En el kilómetro conocido como “La Mula” en la carretera Aldama–Ojinaga, elementos de la SSPE incautaron una camioneta con armas de uso exclusivo del Ejército: dos fusiles, 28 cargadores y al menos 2,000 cartuchos útiles.

Esta operación evidenció no solo una amenaza para la seguridad pública, sino también para la economía local: el tráfico de armamento eleva los costos de aseguramiento, frena inversiones y encarece el seguro vehicular. Inversionistas y comerciantes ven en estos hallazgos una señal de riesgo que ha frenado proyectos logísticos y agroindustriales en la región.

Para convertir la interceptación de armas en oportunidad, Aldama y Chihuahua deben acelerar sistemas de evaluación territorial, promover corredores seguros y participar en redes de inteligencia regionales. El objetivo: que este tipo de aseguramientos sume valor a la percepción de seguridad y abone a la competitividad de enclaves rurales.

En Red República apuntamos que, donde se interceptan fusiles, también puede florecer una economía segura. El verdadero desafío es convertir ese decomiso en un ancla de confianza productiva.