La adjudicación del contrato a una empresa china para la construcción del tren de ruta México-Pachuca confirma la creciente participación de capital extranjero en proyectos de infraestructura clave en el país. Este tren no solo mejorará la movilidad de miles de usuarios diarios, también representa una inversión estratégica con impactos económicos de gran alcance.
La obra implica generación de empleos, contratación de proveedores locales y fortalecimiento de cadenas logísticas. Para el Valle de México, significa una alternativa al congestionado sistema carretero, lo que puede traducirse en ahorros de millones de pesos anuales en tiempos de traslado y combustibles.
Sin embargo, el hecho de que el contrato lo gane una empresa china refuerza la narrativa de la creciente influencia de ese país en la economía mexicana. La competencia por proyectos de infraestructura entre empresas nacionales y extranjeras abre un debate sobre dependencia tecnológica y transferencia de conocimiento.
El tren México-Pachuca no solo transportará pasajeros, también moverá confianza o dudas sobre el rumbo de la política industrial y de transporte de México.
En Red República enfatizamos que cada riel instalado es también una ruta de capital. Y en este caso, China confirma que sabe colocar sus inversiones en los corredores más estratégicos del país.
