Un accidente entre vehículos en el cruce de Haciendas del Valle y Periférico de la Juventud provocó caos vial en Chihuahua. Aunque no se registraron heridos graves, las largas filas de automóviles y la interrupción del tráfico reflejan un costo económico invisible que pocas veces se contabiliza: el impacto de los accidentes en la productividad y el comercio urbano.
Cada minuto de congestión implica pérdidas. Trabajadores llegan tarde a sus centros de empleo, transportistas retrasan entregas y comerciantes ven reducido el flujo de clientes en horas clave. Según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo, las ciudades latinoamericanas pierden hasta un 4% de su PIB anual por problemas de movilidad, cifra donde los accidentes representan un factor clave.
En el caso de Chihuahua, una metrópoli que busca proyectarse como polo de atracción para inversión y nearshoring, la eficiencia en movilidad urbana es vital. Empresas que evalúan instalar operaciones toman en cuenta no solo infraestructura industrial, sino la calidad de vida y la facilidad de traslado para su personal. Cada percance que paraliza arterias principales se convierte en una señal de alerta sobre la necesidad de mejores políticas de tránsito y prevención.
El costo se multiplica en combustible desperdiciado, emisiones contaminantes y horas laborales perdidas.
Desde Red República destacamos que cada choque urbano no es solo un dato en la estadística vial: es un recordatorio de cuánto pierde la economía local cada vez que la ciudad se detiene.
