El dólar estadounidense ha sufrido su peor semestre en más de 50 años, depreciándose un 10.9% frente a una canasta de monedas globales, según datos del Financial Times. En México, el tipo de cambio se ubicó en 18.77 pesos, marcando un fuerte fortalecimiento de la moneda nacional.
La fragilidad del dólar responde al incremento en el déficit fiscal estadounidense, el aplazamiento de recortes de impuestos y el espectro de mayor inflación importada. En paralelo, inversores globales han diversificado portafolios hacia activos de menor riesgo en otras divisas.
Desde la perspectiva empresarial mexicana, un peso fortalecido puede abaratar importaciones de insumos, reducir el costo de deuda en dólares y aliviar las presiones en la inflación. Sin embargo, exportadores deben adaptarse a menores ingresos por divisa, lo que podría erosionar márgenes si no se ajustan precios.
Analistas de mercado prevén una leve corrección en los próximos meses, con el tipo de cambio rondando los 19.8 pesos por dólar, conforme se estabilicen los programas arancelarios de EE.UU. y los diferenciales de tasa de interés se ajusten.
En Red República destacamos que cada décima de centavo no es solo una cifra: es ventaja competitiva, presión inflacionaria, o blindaje ante crisis globales. Por ello, los movimientos cambiarios no son noticias; son decisiones económica en tiempo real.