El Tribunal Superior de Justicia de Chihuahua vivió una escena poco común: la despedida de jueces y magistrados se realizó en medio de música de mariachi, flores y un ambiente que parecía más una celebración popular que un acto solemne. Este detalle, que llamó la atención de asistentes y ciudadanía, se da en un contexto en el que la justicia local atraviesa un proceso histórico: la elección directa de jueces y magistrados por voto popular, una medida inédita que transformará la manera en que se entiende el poder judicial.
La imagen de despedida entre aplausos y música puede parecer anecdótica, pero refleja un momento clave: la necesidad de acercar a la justicia con la gente. Tradicionalmente vista como un espacio cerrado y distante, la judicatura comienza a mandar señales de apertura. Para los ciudadanos de a pie, esto representa la expectativa de que los nuevos jueces respondan más a la sociedad que a intereses políticos.
Desde la perspectiva empresarial, la renovación del sistema judicial tiene un impacto directo en el clima de negocios. Los inversionistas, tanto locales como foráneos, observan de cerca la estabilidad institucional como un factor decisivo al momento de instalar proyectos en la región. Sin confianza en la justicia, el riesgo percibido se multiplica.
En Chihuahua, donde se espera un crecimiento de inversiones ligadas al nearshoring y la relocalización de industrias, contar con un poder judicial confiable es tan importante como tener infraestructura o mano de obra calificada. La certeza jurídica protege contratos, evita abusos y crea un ambiente competitivo.
El mariachi y las flores fueron el telón de fondo de una despedida, pero también un recordatorio de que los cambios en la justicia no son un tema aislado. Están en el centro de lo que definirá el desarrollo económico de Chihuahua en los próximos años.
En Red República subrayamos que cada relevo judicial no solo impacta la política, también marca el rumbo de los negocios.


