La eliminación de Mariana Botas en La Casa de los Famosos México se volvió tendencia en redes sociales, y aunque el hecho parece pertenecer únicamente al terreno del espectáculo, en realidad es una ventana hacia la economía millonaria que generan los realities en México.
Cada gala, cada transmisión y cada votación representan ingresos por publicidad, contratos de patrocinio y venta de espacios comerciales que mueven cifras de gran escala. El formato reality se ha consolidado como un negocio rentable que compite con la televisión tradicional y con plataformas digitales, asegurando a las televisoras ingresos sostenidos en un mercado publicitario cada vez más fragmentado.
Mariana Botas, incluso al ser eliminada, se convierte en un activo de valor para marcas que buscan asociarse con su imagen, pues la visibilidad que gana en semanas de exposición mediática se traduce en potencial para contratos publicitarios posteriores. En otras palabras, cada expulsión es también una oportunidad de negocio.
El impacto económico de programas como La Casa de los Famosos no se limita a las televisoras. Influencers, plataformas de streaming, negocios de merchandising y marcas de consumo aprovechan el fenómeno para insertar productos, lanzar campañas y captar audiencias. La economía de la atención, medida en visualizaciones y menciones en redes, se convierte en capital real para quienes saben monetizarla.
En Red República destacamos que detrás de cada voto en un reality no hay solo entretenimiento, sino transacciones comerciales que confirman a la fama como una industria de alto impacto económico.


