La Secretaría de Marina presentó su nuevo Plan Sectorial, donde se delinean prioridades y objetivos para enfrentar el crimen organizado, el cambio climático y el desarrollo tecnológico hacia 2025. Aunque el enfoque central es de seguridad nacional, el documento tiene un impacto directo en la economía y la planeación de inversiones en México.
El combate al crimen organizado no solo es un tema de justicia, sino también de competitividad. Cada mejora en la capacidad de seguridad marítima fortalece rutas comerciales, protege puertos estratégicos y reduce los costos logísticos asociados a la inseguridad. En un país que depende en gran medida del comercio exterior, blindar estas rutas equivale a blindar el crecimiento económico.
Otro eje del plan es el cambio climático, un desafío que amenaza directamente las zonas costeras y las cadenas productivas ligadas a pesca, turismo y comercio portuario. La Marina ha planteado fortalecer la infraestructura de prevención y resiliencia, lo que implica inversiones en tecnología, equipos especializados y cooperación con el sector privado.
Finalmente, la incorporación de nuevas tecnologías de vigilancia y logística no solo aumenta la capacidad de respuesta, sino que abre mercados para empresas dedicadas a innovación en seguridad y análisis de datos. Esto convierte al plan en una plataforma que, si se implementa correctamente, puede dinamizar sectores estratégicos como telecomunicaciones, transporte y energías renovables.
En Red República subrayamos que cada plan de seguridad no se mide solo en detenciones, sino en confianza económica. La seguridad marítima es también un puerto de inversión.
