El inicio oficial del ciclo escolar 2025-2026 movilizó a 686 mil estudiantes en Chihuahua, un hecho que no solo representa el regreso a las aulas, sino también la reactivación de uno de los motores de consumo más significativos de la economía local.
Cada regreso a clases implica un gasto masivo de las familias en útiles escolares, uniformes, calzado, mochilas, transporte y, cada vez más, en tecnología como tabletas y computadoras. De acuerdo con la PROFECO, la lista básica de útiles puede conseguirse por menos de 500 pesos; sin embargo, el gasto real de las familias suele superar los 3,000 pesos por estudiante al considerar todos los insumos necesarios. Multiplicado por los cientos de miles de alumnos en el estado, el impacto económico es de miles de millones de pesos en pocas semanas.
Las papelerías locales, en particular, aprovechan esta temporada como su mejor momento de ventas en el año. Para las grandes cadenas comerciales, septiembre rivaliza con temporadas como el Buen Fin en volumen de operaciones. Además, la contratación de empleos temporales en comercios y servicios asociados al regreso a clases refuerza la dinámica laboral en el corto plazo.
El regreso de 686 mil estudiantes también tiene un efecto a mediano y largo plazo: cada ciclo escolar completado fortalece el capital humano del estado, un activo esencial para mantener la competitividad de Chihuahua en un contexto donde el nearshoring está atrayendo nuevas industrias. Una población más educada y preparada se traduce en mayor productividad, innovación y capacidad para responder a las necesidades de sectores de alto valor agregado.
El ciclo escolar no es solo un calendario académico, es una palanca económica que activa el comercio, estimula el empleo y sienta las bases de la competitividad futura.
Desde Red República destacamos que cada niño en el aula no solo representa conocimiento, también representa consumo, inversión y productividad para Chihuahua.
