El expresidente Donald Trump impulsó en la Cámara de Representantes una votación clave para su ambiciosa reforma fiscal, parte de su renovada “Agenda 47” de cara a un segundo mandato. Según reportes de CNN, con una votación maratónica durante la madrugada, la iniciativa propone recortes masivos de impuestos, aumento en el gasto militar y en la seguridad fronteriza, junto con recortes a programas sociales como Medicaid y cupones alimentarios.
Desde la perspectiva financiera, esto representa una mezcla explosiva. 1) Estímulo a corto plazo: reducción de impuestos a corporaciones y segmentos de altos ingresos podría incentivar inversiones empresariales y consumo. 2) Riesgo fiscal estructural: analistas calculan un impacto en el déficit de hasta 3.3 billones de dólares en 10 años, generando presión sobre los mercados de bonos y depreciación del dólar . 3) Volatilidad accionaria: sectores como defensa y petróleo podrían impulsar ganancias, mientras que salud y consumo básico enfrentarían incertidumbre.
El plan aún requiere aprobación final y un retoque en el Senado, pero anticipa un posible repunte de la inversión a cambio de un incremento en el endeudamiento público. En Red República, advertimos que la política económica de Trump es una apuesta con altos retornos esperados… y también altos costos fiscales futuros.