Durante la última Mesa de Seguridad, la Agencia Estatal de Investigación identificó las zonas prioritarias del estado en materia de seguridad. Más allá del diagnóstico, este mapa es también una radiografía económica de la violencia.
Las regiones señaladas coinciden con corredores estratégicos de comercio, producción agrícola e industrial. La violencia en estas zonas no solo representa riesgo para los habitantes, sino también para transportistas, inversionistas y cadenas de suministro.
Cada territorio que se considera “prioritario” por motivos de seguridad es también un territorio que pierde atractivo para la inversión. Empresas globales que analizan instalar operaciones observan con detalle estos reportes, pues influyen directamente en la evaluación de riesgo país y en la decisión de colocar o no capital en la región.
La seguridad, entonces, se convierte en un insumo económico. Si Chihuahua logra disminuir la violencia en estas zonas, aumentará su competitividad y podrá capitalizar el boom del nearshoring. Si no, la inseguridad seguirá representando un costo invisible pero determinante.
En Red República subrayamos que cada zona insegura es también una frontera cerrada para la inversión.


